Tel Aviv, 23 may (PL) El primer ministro de Francia, Manuel Valls, se reunió hoy en esta capital con el presidente de Israel, Reuven Rivlin; y su homólogo, Benjamin Netanyahu, a quienes le manifestó su voluntad de ayudar a israelíes y palestinos a que encuentren un camino común a la paz.
Para establecer un punto de partida basado en la confianza, Valls comenzó sus encuentros -por separado- con los dirigentes israelíes asegurando que la iniciativa de paz francesa en curso para resolver el conflicto israelo-palestino se basa en "sentimientos honestos sobre el tema".
El objetivo final es alcanzar la paz y el establecimiento de dos estados, para dos pueblos, y crear las condiciones esenciales para que se reanuden las negociaciones de paz entre israelíes y palestinos, detalló Valls.
Sin embargo, la iniciativa francesa, a concretarse el venidero 3 de junio, tiene el gran reto de atraer a un punto medio y, al mismo tiempo, a israelíes y palestinos (ocupantes y desplazados), quienes tienen, como ha quedado demostrado durante decenios de desencuentros, posturas radicalmente opuestas sobre el derecho a la tierra.
A pesar de las buenas intenciones que asegura tener Francia, éstas chocan de inicio con la política israelí, particularmente en cuanto a la crítica gala a la persistente colonización por Tel Aviv de territorios palestinos ocupados (tras la guerra de 1967).
Esa práctica, como aseguró la víspera Valls, pone en peligro la solución -apoyada por la comunidad internacional- de dos Estados.
Por su lado, la dirigencia palestina, que alberga profundas reservas sobre la posición israelí de privilegiar los encuentros bilaterales, ve con esperanzas un encuentro internacional como paso previo para establecer su derecho a un Estado independiente.
Tal vez para evitar que la prevista conferencia se convierta en una batalla campal, ninguna de las dos partes principales están invitadas al diálogo, al menos a esta primera reunión, al que sí asistirán representantes de naciones con influencia regional, como Estados Unidos, Arabia Saudita, Jordania y Egipto, entre otras.
De esa manera, las negociaciones directas entre Palestina e Israel quedan descartadas, pospuestas para un futuro indeterminado.
Por otra parte, la visita de tres días de Valls al Medio Oriente encuentra a un Netanyahu inmerso en maniobras políticas internas destinadas a incorporar a su Gobierno al partido de ultraderecha Yisrael Beitenu (Israel es Nuestro Hogar) mediante el nombramiento de Avigdor Lieberman -de esa agrupación- como ministro de Defensa.
Ello pudiera implicar que la capacidad de "escucha" de Tel Aviv a sus planteamientos no se encuentre en su mejor momento.
Para mañana martes, el primer ministro francés deberá reunirse con su homólogo palestino, Rami Hamdala, de quien es previsible que encuentre mayor atención a las propuestas de París.
mgt/mv
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