Después de ocho años de Gobierno, vale la pena examinar lo acontecido en torno al Bloqueo y la Subversión ideológica
Ocho años atrás, cuando emergía la figura clave del Gobierno de EEUU, escribí que si B. H. Obama fuera capaz de coronar una política civilizada hacia la nación cubana, en ese contexto cobraría fuerza el denominado Carril dos (el Lobo vestido de Caperucita Roja ─como se derrumbó el Socialismo en la ex Unión Soviética) y que, por tanto, se vislumbra una relativa ruptura de lo Made in USA y una absoluta continuidad del intento de desmontar nuestra Patria revolucionaria y socialista. Ahora, reviso aquel pronóstico.
Me resulta indispensable aludir al 17 de Diciembre de 2014, para asomar la idea del balance que debo hacer en este orden de pensamiento. Recuerdo que pasadas las 48 horas del marcado acontecimiento, redacté Cuba-EEUU: extraordinario avance; enorme desafío en cuyo contenido sostuve cuatro tesis: Un aplauso infinito para Los Cinco./ La distensión se abre paso./ El Bloqueo sigue pendiente./ El Carril dos se incrementará.
Con este presupuesto, destaco que el Presidente Barack Obama, en su discurso del 28 de Septiembre de 2015 en la 70 Asamblea General de las Naciones Unidas, expresó que tenía “confianza en que nuestro Congreso levantará inevitablemente un embargo [la multilateral Guerra Económica vs. la Mayor de las Antillas] que ya no debería estar en vigencia” y en que “la apertura, no la coerción, apoyará las reformas y mejorará la vida que se merece el pueblo de Cuba”.
Recalco asimismo que quien se despide en Enero próximo de la jefatura de la Administración estadounidense, en sus palabras al pueblo cubano expresadas en el Gran Teatro de La Habana el 22 de Marzo del presente año dijo con ¿el corazón en la mano?: “He venido aquí para enterrar el último resquicio de la Guerra Fría en el continente americano. He venido aquí para extender una mano de amistad al pueblo cubano”. “Como Presidente de Estados Unidos, he hecho un llamado al Congreso para levantar el embargo [la mencionada Guerra Económica]”.
Subrayo también que el principal inquilino de la Casa Blanca en la misma oportunidad manifestó: “He dejado claro que Estados Unidos no tiene ni la capacidad ni la intención de imponer cambios en Cuba. Lo que cambie dependerá del pueblo cubano. No vamos a imponerles nuestro sistema político ni económico. Reconocemos que cada país, cada pueblo, debe trazar su propio camino, y darle forma a su propio modelo”.
Agrego que incluso el Señor Obama, después de referirse al Presidente Raúl Castro para decirle “quiero que sepa, creo que mi visita demuestra que no tiene por qué temer una amenaza de los Estados Unidos”, igualmente expresó en su discurso en el Gran Teatro de La Habana: “[…] La historia de Estados Unidos y Cuba abarca revolución y conflicto; lucha y sacrificio; retribución y ahora reconciliación. Ha llegado el momento de que dejemos atrás el pasado […]”.
¿Y qué ha sucedido, realmente?
No pretendo atiborrar a mis lectores/as con los contundentes elementos expuestos por nuestro Canciller Bruno Rodríguez Parrilla el 12 Septiembre de 2016 al presentar el Informe de Cuba sobre la Resolución 70/5 de la Asamblea General de las Naciones Unidas, titulado Necesidad de poner fin al bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por los Estados Unidos de América contra Cuba.
Tampoco voy a insistir en un razonamiento medular que consta en el Informe Central al Séptimo Congreso del Partido Comunista de Cuba, a saber: “No somos ingenuos ni ignoramos las aspiraciones de poderosas fuerzas externas que apuestan a lo que llaman el ‘empoderamiento’ de las formas no estatales de gestión, con el fin de generar agentes de cambio en la esperanza de acabar con la Revolución y el socialismo en Cuba por otras vías”.
Si deseo compartir un par de trascendido de los últimos días.
Uno: en Obama ha multado a 49 empresas por violar el Bloqueo contra Cuba, se informa que durante su Administración el valor acumulado por esas penalidades asciende a 14 mil 397 millones 416 mil 827 de dólares ($14 397 416 827), cifra sin precedentes en la historia de la aplicación de tamaña barbaridad contra nuestra Isla, a pesar de que ambos países restablecieron hace más de un año las relaciones diplomáticas después de más de medio siglo sin embajadas.
La propia fuente anota que la revista News Week publicó una extensa investigación sobre el candidato republicano a la Presidencia de EEUU, Donald Trump, quien exploró posibilidades de negocios en Cuba en 1998 a través de una consultora para saltarse las leyes del Bloqueo, que supuestamente funcionan en todo el planeta. Acto seguido, apunta:
“La pregunta que hoy se hacen muchos en ese país es si el magnate correrá la misma suerte de los empresarios que han intentado establecer negocios con la Isla, y si modificará sus declaraciones de la semana pasada, cuando amenazó con mantener las sanciones contra Cuba si llegaba a la Casa Blanca, además de echar abajo el proceso de normalización de las relaciones entre los dos países”.
Huelgan comentarios.
Dos: a lo largo y ancho del territorio nacional ha sido noticia World Learning to Cuba: ¿Un lobo con piel de cordero? que precisa cómo aunque el Presidente Barack Obama ha expresado que su Gobierno no tiene intenciones de subvertir el orden interno en Cuba, el presupuesto público de Estados Unidos ha destinado cerca de 30 millones de dólares para financiar proyectos subversivos contra nuestra nación a través de agencias como la USAID y la NED; al paso que las becas World Learning se presentan de manera sutil y solapada dirigidas hacia la juventud cubana pero esconden su verdadera naturaleza de forjar agentes de cambios contrarrevolucionarios en la Isla.
Alejandro Sánchez, ex alumno de la primera convocatoria de las becas World Learning (verano del 2015), refirió para el programa radio-televiso Mesa Redonda algunos pasajes del curso en Estados Unidos. Manifestó:
“No podíamos colgar fotografías ni videos de ninguna de las actividades que realizamos en el programa, bajo el pretexto de salvaguardar nuestra seguridad y evitar represiones una vez regresáramos al país”. “Incluso muchos miembros del programa mostramos preocupación por esa creciente politización [porque se fueron introduciendo de manera sutil algunos elementos de discusión política]”. “Era tratar de crear una plataforma ajena a la institucionalidad e ir formando una sociedad civil, que para ellos no existe en Cuba”.
Llegado aquí, subrayo un detalle revelador de la médula del asunto en cuestión: el diploma de los egresados de las becas de marras es firmado no solo por el rector de la Universidad de Virginia sino también por Larry Sabato, director del Centro de Políticas de esa casa de altos estudios, dedicado a la formación ideológica sustentada y promulgada por el sistema yanqui. ¿Qué piensa usted de esta seña?
Entretanto, en la misma Mesa Redonda Niubis García sostuvo que la posición de la Federación Estudiantil de la Enseñanza Media (FEEM) es a favor del intercambio científico, cultural, económico y académico con Estados Unidos, pero siempre que sea con la anuencia del gobierno cubano y la participación de nuestras instituciones. Además, destacó:
“Solo asumimos hoy un rol de denuncia en contra de las formas solapadas, injerencistas, ocultas y a espaldas del Estado cubano en que se ha desarrollado este plan de becas, pero ratificamos la decisión unánime de que se sigan abriendo puertas al intercambio, a la cooperación y la investigación entre nuestros pueblos”.
Entonces, por mi parte, al resumir la respuesta a la pregunta ¿Cuánto cambió la Administración Obama ante Cuba?, respondo: Después de ocho años de Gobierno, estamos en presencia de una escasez de acciones sustanciales para eliminar todo lo que está a su alcance en el tema del Bloqueo; al paso que la Subversión ideológica es realidad incrementada y llamada a multiplicarse por el infinito. Y reitero/significo:
Obama ante Cuba exhibe una contradicción inseparable de su coherencia: no hacer más en los límites de sus facultades para disminuir considerablemente el Bloqueo (recuérdese lo del uso del dólar en transacciones cubanas) y, simultáneamente, apostar a que se puede derrumbar el Socialismo en el Caimán Verde por la ¿obra bienhechora? del Águila Imperial. Mas, tal como fue derrotado el Carril I (la Guerra Económica), el pueblo cubano será capaz también de salir airoso ante el Carril II (el Lobo vestido de Caperucita Roja). ¡Allá, llegaremos!
http://kaosenlared.net/obama-ante-cuba-cuanto-cambio-su-administracion/
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