Por Frank González
Roma, 26 may (PL) Los jefes de Estado o de Gobierno de los países integrantes del G-7 inician hoy en la localidad siciliana de Taormina su cuadragésimo tercera reunión cumbre, tratando de gobernar un mundo cada vez más incontrolable.
Roma, 26 may (PL) Los jefes de Estado o de Gobierno de los países integrantes del G-7 inician hoy en la localidad siciliana de Taormina su cuadragésimo tercera reunión cumbre, tratando de gobernar un mundo cada vez más incontrolable.
El lema escogido por Italia como presidente de turno del grupo de las siete naciones capitalistas más ricas del Planeta, refleja esa preocupación en un contexto cada vez más inmanejable al aspirar a 'Sentar las bases de una confianza renovada'.
La razón principal, desde la óptica de una de las naciones en las cuales se concentra el dominio hegemónico sobre un sistema cada vez más agrietado, es el creciente escepticismo de los ciudadanos sobre la capacidad de los gobiernos de resolver sus problemas cotidianos, como señalan los organizadores de la cita.
Las insatisfacciones van desde 'la seguridad a la sostenibilidad ambiental, hasta el bienestar económico', a lo cual se debe agregar la exclusión social en un mundo de crecientes desigualdades, con las consecuentes disparidades de acceso a posibilidades y oportunidades.
En tal sentido, las organizaciones no gubernamentales agrupadas en la Coalición Global contra la Pobreza y Action Aid, dirigieron a los asistentes a la cita el mensaje 'Abran los oídos sobre los problemas a resolver' en el cual les recuerdan que existen más de 800 millones de hambrientos en el orbe.
Además, que otros 400 millones carecen de servicios básicos de salud y 65 millones de hombres, mujeres y niños fueron obligados por las guerras, la violencia y el hambre a dejar sus lugares de origen y buscar refugio en otros lugares.
En igual sentido, la Coalición Italiana contra la Pobreza emitió una declaración titulada 'Basta de jugar con nuestro futuro', en la cual piden a los mandatarios 'eliminar las injusticias estructurales' que, más que ningún otro factor, amenazan las existencia de la humanidad.
Por su parte, las ONG Greenpeace y OXFAM demandaron acciones concretas contra el cambio climático.
La presidencia italiana decidió articular su programa de trabajo sobre tres pilares: protección de los ciudadanos; sostenibilidad económica, ambiental y social y la reducción de las desigualdades; además de la innovación, competencias y trabajo en la era de la 'nueva revolución de la producción'.
En cuanto al primero de esos tres aspectos, el énfasis debe estar en que el G-7 'continúe haciendo su aporte fundamental a las cuestiones de política exterior y seguridad, con referencia específica a situaciones de crisis en África Subsahariana, la región del Medio Oriente y Norte de África y la prevención del terrorismo'.
Una atención particular, desde la perspectiva italiana, será además dedicada al fenómeno de la movilidad humana, con el propósito de gestionar de manera ordenada y segura los flujos de migrantes y refugiados.
Para trabajar sobre el segundo, la nación sede propuso centrar la atención en el cumplimiento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible con especial interés sobre la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El tercero está dedicado 'a la adopción de un esfuerzo global, coordinado e intergeneracional para convertir la innovación en una fuente de prosperidad y crecimiento inclusivo'.
En estos postulados se concentra la esencia del 'programa de gobierno' de Italia para su mandato de un año el cual tendrá su momento culminante en la cita cimera que sesionará durante dos días con cuatro mandatarios debutantes, incluyendo al primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, quien presidirá el evento.
Los otros tres que asistirán por primera vez a reuniones de este tipo son jefa de gobierno británica, Theresa May y los presidentes de Francia y Estados Unidos, Emmanuel Macron y Donald Trump, respectivamente.
La presencia del mandatario estadounidense crea expectativas e interrogantes por sus conocidas posiciones proteccionistas, políticas migratorias restrictivas y pensamiento contrario a la visión de sus aliados sobre el cambio climático y su impacto sobre el medio ambiente.
Comercio y cambio climático deben ser, por lo tanto, aspectos discrepantes, sin indicios claros aún de cuál será la decisión del gobierno de Estados Unidos sobre la permanencia de ese país en el Acuerdo de París, sobre lo cual Trump dijo se pronunciará después de esta cumbre.
Al margen de la conocida declaración de principios con ataques previsibles contra la República Popular Democrática de Corea, Rusia, Siria e Irán, todo indica que el tema central del cónclave será la lucha contra el terrorismo, el cual cobró mayor auge tras el reciente atentado en la ciudad británica de Manchester.
En opinión del primer ministro italiano, de la reunión saldrá un compromiso común en el enfrentamiento al terrorismo por lo que se piensa pueda ser objeto de un pronunciamiento especial, además de la declaración final.
arc/fgg
La razón principal, desde la óptica de una de las naciones en las cuales se concentra el dominio hegemónico sobre un sistema cada vez más agrietado, es el creciente escepticismo de los ciudadanos sobre la capacidad de los gobiernos de resolver sus problemas cotidianos, como señalan los organizadores de la cita.
Las insatisfacciones van desde 'la seguridad a la sostenibilidad ambiental, hasta el bienestar económico', a lo cual se debe agregar la exclusión social en un mundo de crecientes desigualdades, con las consecuentes disparidades de acceso a posibilidades y oportunidades.
En tal sentido, las organizaciones no gubernamentales agrupadas en la Coalición Global contra la Pobreza y Action Aid, dirigieron a los asistentes a la cita el mensaje 'Abran los oídos sobre los problemas a resolver' en el cual les recuerdan que existen más de 800 millones de hambrientos en el orbe.
Además, que otros 400 millones carecen de servicios básicos de salud y 65 millones de hombres, mujeres y niños fueron obligados por las guerras, la violencia y el hambre a dejar sus lugares de origen y buscar refugio en otros lugares.
En igual sentido, la Coalición Italiana contra la Pobreza emitió una declaración titulada 'Basta de jugar con nuestro futuro', en la cual piden a los mandatarios 'eliminar las injusticias estructurales' que, más que ningún otro factor, amenazan las existencia de la humanidad.
Por su parte, las ONG Greenpeace y OXFAM demandaron acciones concretas contra el cambio climático.
La presidencia italiana decidió articular su programa de trabajo sobre tres pilares: protección de los ciudadanos; sostenibilidad económica, ambiental y social y la reducción de las desigualdades; además de la innovación, competencias y trabajo en la era de la 'nueva revolución de la producción'.
En cuanto al primero de esos tres aspectos, el énfasis debe estar en que el G-7 'continúe haciendo su aporte fundamental a las cuestiones de política exterior y seguridad, con referencia específica a situaciones de crisis en África Subsahariana, la región del Medio Oriente y Norte de África y la prevención del terrorismo'.
Una atención particular, desde la perspectiva italiana, será además dedicada al fenómeno de la movilidad humana, con el propósito de gestionar de manera ordenada y segura los flujos de migrantes y refugiados.
Para trabajar sobre el segundo, la nación sede propuso centrar la atención en el cumplimiento de la Agenda 2030 de las Naciones Unidas sobre Desarrollo Sostenible con especial interés sobre la implementación del Acuerdo de París sobre el cambio climático.
El tercero está dedicado 'a la adopción de un esfuerzo global, coordinado e intergeneracional para convertir la innovación en una fuente de prosperidad y crecimiento inclusivo'.
En estos postulados se concentra la esencia del 'programa de gobierno' de Italia para su mandato de un año el cual tendrá su momento culminante en la cita cimera que sesionará durante dos días con cuatro mandatarios debutantes, incluyendo al primer ministro italiano, Paolo Gentiloni, quien presidirá el evento.
Los otros tres que asistirán por primera vez a reuniones de este tipo son jefa de gobierno británica, Theresa May y los presidentes de Francia y Estados Unidos, Emmanuel Macron y Donald Trump, respectivamente.
La presencia del mandatario estadounidense crea expectativas e interrogantes por sus conocidas posiciones proteccionistas, políticas migratorias restrictivas y pensamiento contrario a la visión de sus aliados sobre el cambio climático y su impacto sobre el medio ambiente.
Comercio y cambio climático deben ser, por lo tanto, aspectos discrepantes, sin indicios claros aún de cuál será la decisión del gobierno de Estados Unidos sobre la permanencia de ese país en el Acuerdo de París, sobre lo cual Trump dijo se pronunciará después de esta cumbre.
Al margen de la conocida declaración de principios con ataques previsibles contra la República Popular Democrática de Corea, Rusia, Siria e Irán, todo indica que el tema central del cónclave será la lucha contra el terrorismo, el cual cobró mayor auge tras el reciente atentado en la ciudad británica de Manchester.
En opinión del primer ministro italiano, de la reunión saldrá un compromiso común en el enfrentamiento al terrorismo por lo que se piensa pueda ser objeto de un pronunciamiento especial, además de la declaración final.
arc/fgg
http://prensa-latina.cu/index.php?o=rn&id=88547&SEO=la-cumbre-del-g-7-en-un-mundo-cada-vez-mas-incontrolable
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