Una bandera de EE.UU. ondea detrás de los alambres de púa del centro de detención militar de Guantánamo.
El Gobierno estadounidense da los primeros pasos para enterrar las pruebas de torturas que practicó la CIA durante los años 2000.
La Administración de Donald Trump ha empezado a devolver al Congreso las copias del voluminoso informe de 2014 sobre los interrogatorios y detenciones de la Agencia Central de Inteligencia (CIA), lo que podría sugerir que estos documentos nunca lleguen a ver la luz al quedar exentos de publicación futura.
El informe de 6700 páginas fue elaborado por el Senado y recoge supuestamente algunas de las torturas llevadas a cabo por los servicios de Inteligencia en el marco de la "guerra contra el terror" del entonces presidente George W. Bush. La principal conclusión de esta investigación es que los métodos de interrogatorio fueron más brutales y menos eficaces de lo que alegaron las autoridades.
La senadora demócrata Dianne Feinstein, que presidió la comisión cuando se produjo el informe, pidió que el documento se distribuyera a múltiples agencias del Poder Ejecutivo, una medida diseñada para que fuera liberado al público, bajo la Ley de Libertad de Acceso a la Información (FOIA, por sus siglas en inglés).
No obstante, la Casa Blanca ha dado este paso ante las múltiples peticiones del senador Richard Burr, el actual jefe del Comité de Inteligencia del Senado, informó el viernes el diario estadounidense The New York Times.
El informe detalla los horrores del programa de torturas de la CIA, incluyendo el ataque y la violación a un cliente del CCR, Majid Khan, y las formas en que la agencia engañó al Congreso, los tribunales y el público; ahora Trump contribuye a enterrar el informe", denuncia el Centro para los Derechos Constitucionales (CCR por sus siglas en inglés).
Mientras, los senadores demócratas han acusado a Burr de intentar borrar el "Informe Completo del Programa de Detención e Interrogación de la CIA", exigiendo que se les entreguen copias del documento. En 2014, se divulgó un resumen ejecutivo de más de 700 páginas, pero el texto completo, de miles de páginas, permanece clasificado.
El Centro para los Derechos Constitucionales (CCR por sus siglas en inglés), mediante un comunicado ha denunciado este intento de Trump para enterrar el informe que, según esta institución, relata "uno de los episodios más vergonzosos" de la "historia" de Estados Unidos.
"El informe detalla los horrores del programa de torturas de la CIA, incluyendo el ataque y la violación a un cliente del CCR, Majid Khan, y las formas en que la agencia engañó al Congreso, los tribunales y el público; ahora Trump contribuye a enterrar el informe", denuncia el comunicado del CCR.
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