Un miembro de la Armada Real Australiana realiza disparos desde el barco HMAS Bathurst durante los ejercicios Talisman Sabre, 28 de junio de 2017.
Los ejercicios militares que se celebran este año en Australia con la participación de EE.UU. amenazan con inflamar un conflicto a gran escala con China.
Este año se celebra el más grande de los ejercicios bienales de capacitación e interoperabilidad, denominado Talisman Sabre, organizado por Australia, con más de 30.000 efectivos, y en el que se incluye personal de Estados Unidos, Australia, Japón, Nueva Zelanda y Canadá, según escribe este lunes el experto en seguridad internacional australiano Stuart Rollo en el diario británico The Guardian.
Rollo advierte que las maniobras, que empezaron hace más de una semana y que durarán un mes, amenazan con inflamar lo que fueron diseñadas para prevenir, un conflicto a gran escala entre los Estados más poderosos de la región.
A medida que China sigue creciendo económica y militarmente, y que Estados Unidos continúa persiguiendo la supremacía militar total, cada vez hay más posibilidades de que el escenario de guerra simulada en los ejercicios se convierta en realidad.
Los ejercicios Talisman Sabre simulan una confrontación a gran escala entre las fuerzas convencionales, que requieren la coordinación entre todas las ramas del Ejército estadounidense, así como las de sus aliados de Asia y el Pacífico.
En realidad son un ensayo de la nueva doctrina de batalla estadounidense desarrollada con el fin de asegurar el dominio militar continuo de EE.UU. del Pacífico Occidental y el mar de la China Meridional ante las crecientes capacidades militares chinas, subraya el escritor británico.
Rollo considera que la expansión del aparato militar estadounidense, que ya es "abrumadoramente poderoso en la región", sólo alimentará un acelerado ciclo de expansión militar en ambos lados.
La actual estrategia estadounidense de contención militar dirigida a China, conocida como el "pivote hacia Asia" y anunciada en 2011 por el entonces presidente Barack Obama, tiene como verdadero objetivo impedir que China supere a Estados Unidos como principal poder de la región.
El escritor acusa a Australia de participar en esta estrategia y de "ir por el camino de la expansión militar y la confrontación, incapaz y poco dispuesta a divergir de las prioridades de seguridad estadounidenses", que no reflejan las suyas propias. Lamenta, además que la ansiosa acogida de estos ejercicios que simulan una guerra con China refleja cuan lejos está Canberra de tener una política de seguridad independiente de EE.UU.
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