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14 diciembre 2021

La verdad sobre el «Faro de la democracia» desde una perspectiva latinoamericana


Fuentes: Rebelión


En América Latina, varios pensadores han aportado sus ideas sobre la democracia. El famoso historiador y pensador venezolano Luis Britto García sostiene que la democracia puede ser vista como la soberanía de la mayoría, y que la soberanía es un poder supremo que no está subordinado a ningún otro poder.[1]

El héroe nacional y pensador cubano José Martí, hablando de democracia, señaló que América Latina debía construir su propio modelo de democracia. Subrayó que América Latina no puede copiar mecánicamente el modelo político europeo, sino que el modelo político latinoamericano debe tener plenamente en cuenta las especificidades y necesidades prácticas de la región. En su famoso ensayo Nuestra América, Martí escribió: «el espíritu del gobierno ha de ser el del país. La forma de gobierno ha de avenirse a la constitución propia del país. El gobierno no es más que el equilibrio de los elementos naturales del país»[2]. 

Durante mucho tiempo, Estados Unidos se ha presentado como el «Faro de la democracia y la libertad en el mundo». Pero, ¿es realmente cierta esta afirmación? ¿Es Estados Unidos el faro de la democracia mundial? En ese contexto, es oportuno analizar los siguientes aspectos de la democracia al estilo estadounidense para descubrir la verdad. 

En primer lugar, en Estados Unidos la libertad de expresión ha registrado un deterioro progresivo. Según cifras del Banco Mundial durante la crisis financiera desde el año 2008 hasta la actualidad, el índice anual de libertad de prensa de los Estados Unidos ha registrado un deterioro progresivo. Para el año 2008 el índice se ubicaba en 4 puntos y Estados Unidos se ubicaba en la posición 20 entre 130 países. Desde esa fecha hasta la actualidad el índice se ha incrementado significativamente, alcanzando su peor valoración en el año 2019 con 25.69 puntos y ubicando al país norteamericano en la posición 48 entre 130 países. Hasta la fecha el índice no ha registrado cambios significativos[3] . Por otro lado, el portal estadounidense “Press Freedom Tracker” reveló que durante el año 2020 en Estados Unidos se han registrado 425 agresiones a periodistas y 180 agresiones en lo que va de año 2021. Asimismo, se han registrado 55 arrestos y 34 periodistas han reportado daños a sus equipos[4] .

En el segundo lugar, es asombroso costo de las elecciones estadounidenses. Según la “Federal Election Commission” el gasto en campañas electorales para las elecciones presidenciales estadounidense entre 2016 y 2020 se incrementó en 165%. Las elecciones presidenciales del año 2016 costaron más de 1.529 millones de dólares, sin embargo, en el año 2020 el gasto en las campañas electorales alcanzo su máximo histórico de 4.058 millones de dólares.  El gasto total en la campaña electoral del partido Demócrata (Biden Joseph) se ubicó en 78% (3.154 millones de dólares), el partido Republicano (Trump Donald) gastó el 20% del total (828 millones de dólares), otros partidos 2% (75 millones de dólares). Estas cifras convierten a las elecciones presidenciales del pasado 2020 en las más costosas de la historia estadounidense[5] .

En tercer lugar, la desigualdad social es un problema grave. En la actualidad, la brecha en la distribución del ingreso en Estados Unidos ha alcanzado sus máximos históricos, solo comparable con la crisis de la Gran Depresión previa a la Segunda Guerra Mundial. Según el portal World Inequality dirigido por el profesor francés Thomas Piketty de la Escuela de Economía de París, para el año 2021 el 1% de la población estadounidense más rica concentra el 18.8% del ingreso total del país, mientras que el 50% de la población más pobre concentra solo el 13,3% del ingreso nacional[6] .

En cuarto lugar, la desigualdad en la distribución de la riqueza en los Estados Unidos también está en su punto más alto. La distribución desigual de la riqueza también ha alcanzado máximos históricos, para el año 2021 el 1% de los hogares estadounidenses más ricos concentra el 35.9% de la riqueza del país, mientras que el 50% de los hogares más pobres concentra el 27,4% de la riqueza. El profesor estadounidense Philip Alston, relator especial de las Naciones Unidas (ONU) sobre la pobreza extrema y los derechos humanos, advierte, luego de haber realizado una visita a los Estados Unidos que: “los niveles de desigualdad son mucho más altos que los de la mayoría de países europeos”. El alto funcionario Philip Alston, también alertó sobre el paquete de reformas fiscales propuesto para los próximos años, ya que pueden convertir a los Estados Unidos en la sociedad más desigual del mundo.

En quinto lugar,la discriminación racial hacia afroamericanos y latinos está profundamente arraigada. Es cierto que la esclavitud en los estados unidos ha sido abolida hace mucho tiempo, pero la discriminación que restringe la participación de los estadounidenses afroamericanos en la vida política, social y económica del país no se ha extinguido. En un informe sobre las muchas formas de racismo, discriminación racial y xenofobia que existen, el profesor Alston señala que: “las personas de descendencia africana en los Estados Unidos siguen siendo asesinadas y brutalizadas a un ritmo alarmante por las autoridades encargadas de hacer cumplir la ley, y que las mismas tienen poca o ninguna rendición de cuentas”. Los adultos afroamericanos tienen 5.9 veces más probabilidades de ser encarcelados que los adultos blancos.

Según la Oficina del Censo de los Estados Unidos, para el año 2020 el 18.7 por ciento de la población de los estadounidense era hispana, lo que representa aproximadamente 62.1 millones de personas. En marzo de 2021, una encuesta dirigida a adultos hispanos realizada por “Pew Research Center”, una encuestadora independiente, encontró que la mayoría de los hispanos dijeron que el color afectaba sus oportunidades de desarrollo y su vida diaria. El 57% de los encuestados dijo que la discriminación por motivos de raza o color es un problema muy grave en los Estados Unidos hoy en día. Las disparidades raciales como estas son, sin duda, restos de esclavitud y evidencia de violaciones de derechos humanos en la sociedad estadounidense[7].

Finalmente, está la violación de los derechos humanos de los inmigrantes latinoamericanos. Históricamente, los gobernantes tanto del partido Demócrata como el Republicano han tomado duras medidas migratorias contra la población que intenta cruzar la frontera entre México y Estados Unidos. Sin embargo, en la actualidad estas medidas han sido duramente criticadas por la comunidad internacional y lejos de solucionar la problemática solo han agudizado la crisis, violentando en muchas ocasiones los derechos humanos de la población migrante. Por ejemplo: el “Plan Tolerancia cero” puesto en marcha por la última administración Republicana a separado a miles de familias, incluidos bebés y niños pequeños de sus madres. Según la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza de Estados Unidos a marzo del año 2021 había más de 18.000 niños bajo custodia del gobierno de Estados Unidos, superando la cifra del año anterior que ascendió a 17.000. Se estima que esta cifra continue en ascenso.  Sin duda, este trato cruel a los inmigrantes latinoamericanos ha visibilizado el discurso hipócrita sobre los «derechos humanos» por parte del gobierno estadounidense.

Noam Chomsky, el lingüista más influyente del siglo XX y un prominente pensador estadounidense, señaló que en “Estados Unidos, alrededor del 70% de la población (el 70% con ingresos más bajos) está totalmente desvinculada del proceso político. Eso demuestra que hay una correlación enorme entre nivel económico y educativo y movilización política, y que no es de extrañar que a la gente no le entusiasme la democracia”[8] . Esto nos recuerda la declaración clásica de Marx sobre la democracia: «¿Tiene el pueblo el derecho de establecer un nuevo sistema estatal para sí mismo?» él respondió: «la respuesta a esta pregunta debería ser absolutamente sí, porque si el sistema estatal ya no expresa realmente la voluntad del pueblo, entonces se convierte en algo sin nombre»[9]

Notas:

[1] Luis Britto García, Revoluciones en Democracia, Democracias en Revolución, página web: https://luisbrittogarcia.blogspot.com/search?q=democracia. Fecha de consulta: 2021/11/10

[2] José Martí, Nuestra América: Revista Ilustrada de Nueva York, página web:  https://storage.googleapis.com/idukay-production/attachments/tasks/615dbb37cd192272389d1410/14Marti.pdf. Fecha de consulta: 2021/10/15

[3] World Bank, consulta a la base de datos, página web:  https://tcdata360.worldbank.org/indicators/h3f86901f?country=USA&indicator=32416&countries=SWE&viz=line_chart&years=2001,2021&compareBy=region#. Fecha de consulta: 2021/11/07

[4] Estados Unidos Press Freedom Tracker es una base de datos de incidentes de libertad de prensa en los Estados Unidos, desde arrestos de periodistas y la incautación de su equipo hasta interrogatorios en la frontera de los Estados Unidos y ataques físicos. El Press Freedom Tracker documenta incidentes en todo el país, que involucran a autoridades nacionales, estatales y locales. Página web: https://pressfreedomtracker.us/. Fecha de consulta: 2021/11/02

[5] Comisión Federal de Elecciones, Data base, página web: https://www.fec.gov/data/spending-bythenumbers/. Fecha de consulta: 2021/11/01

[6] World Inequality es dirigido por el profesor francés Thomas Piketty tiene como objetivo proporcionar acceso libre y conveniente a la más extensa base de datos sobre la evolución histórica de la distribución del ingreso y la riqueza a nivel mundial, página web:  https://wid.world/es/country/es-usa/. Fecha de consulta: 2021/11/04

[7] El Pew Research Center realizó este estudio para comprender el papel del color de la piel en las experiencias vitales de los adultos latinos, página web: https://www.pewresearch.org/hispanic/2021/11/04/majority-of-latinos-say-skin-color-impacts-opportunity-in-america-and-shapes-daily-life/. Fecha de consulta: 2021/11/01[1]

[8] Noam Chomsky: «No es extraño que a la gente no le entusiasme la democracia», página web:  https://www.elmundo.es/cronica/2016/04/18/57122930ca474118338b45f0.html. Fecha de consulta: 2021/11/04

[9] Lǐ lín, 我国宪法视角下的选举民主与协商民主, página web: http://www.npc.gov.cn/npc/c30282/201606/7dfe5ab296c74e749ba010a7d4790042.shtml Fecha de consulta: 2021/10/18

Aymara Gerdel es candidata a PhD en Public Policy de la School of Government de la University of International Business and Economics (UIBE) y Máster en Economía por la UIBE. Directora del Centro Venezolano de Estudios de China (CVEC), profesora de la Facultad de Ciencias Económicas y Sociales de la Universidad Central de Venezuela (UCV), especialista en Gobierno y Políticas Públicas de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la UCV y licenciada en Ciencias Estadísticas de la UCV.

Rebelión ha publicado este artículo con el permiso de la autora mediante una licencia de Creative Commons, respetando su libertad para publicarlo en otras fuentes.




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