Imagen creada con las banderas de los países miembros de los BRICS (de fondo) y del próximo nuevo socio, Irán (delante).
La entrada oficial de Irán a los BRICS el 1 de enero representa ganancias para el país persa y los otros miembros y una nueva posibilidad para el orden mundial.
Consultado por la agencia de noticias rusa Sputnik, el geógrafo y profesor de relaciones internacionales Jorge Mortean subrayó que la entrada de Teherán en los BRICS —alianza que encabezan Brasil, Rusia, la India, China y Sudáfrica— refuerza la plataforma.
“Se trata de países con un grado de desarrollo tecnológico-industrial aún importante, que sirven de puentes para transmitir los flujos comerciales (inversiones, capitales). Son grandes mercados y tienen un cierto poder de defensa en sus respectivas regiones”, remarcó el especialista en estudios iraníes.
Estas características, para Mortean, definen la posición que ocupan las naciones BRICS más que cualquier relación económica. En este punto, el grupo de países, que ahora se está expandiendo para convertirse en BRICS+ con la incorporación de Irán, Egipto, Arabia Saudí, los Emiratos Árabes Unidos y Etiopía, forma “una agrupación antisistémica”.
“En otras palabras, proporciona un contrapunto a toda la llamada hegemonía occidental de los países desarrollados, es decir, Europa, Estados Unidos, Canadá y Japón, que a pesar de ser del este, es un Este más occidentalizado que nunca. Por tanto, ofrece una nueva posibilidad para el orden mundial”, concluyó.
Presencia de Irán en los BRICS “está más que justificada”
Además, el experto dijo la membresía en BRICS “abre una puerta muy ventajosa para los iraníes” no solo en términos económicos sino también geopolíticos.
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