Por Sara Leukos
Mirar todas las dimensiones del fenómeno en función de una jurisdicción territorial: investigar, esclarecer que ocurre, no solo como medida nominal, sino desmantelar la política económica y criminal que contiene el Estado, con toda su instrumentalización de guerra.
Así se inclina la servidumbre entera, ante el dinero agolpado a sus pies.
Jean Michel Baquiat-Pintor Afro-Americano.
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En Neo-paramilitarismo, se radicaliza en los grandes espacios urbanos y el estado debe reconocerlo para que exista una vía a des-paramilitarse. En Colombia hace presencia con más fuerza este nuevo neo-paramilitarismo, con nuevas caras de organización y subjetividades de criminalización, centrándose en los espacios urbanos: los barrios, donde la territorializaciòn multi-escalar de los espacios locales y lugares de guerra son ejecutados por organizaciones criminales denominadas: las Autodefensas Gaitainistas, Las Águilas Negras, con grupos de los Urabeños, las Bacrim, Usuga, la Empresa, entre otros.
La actual consecución paramilitar, implica no solo esclarecer lo acontecido y lo que está ocurriendo en los territorios.[1]. Se requiere una desparamilitarizaciòn del propio Estado, no es una cuestión denominativa de reconocer el fenómeno, sino de ejercer acciones sobre su política criminal.
Hoy día las entidades territoriales de los pueblos campesinos, afro-descendientes, indígenas en poblaciones tanto rurales, como urbanas se ven afectados por la insistencia de los grupos armados. La re-territorializacion del paramilitarismo, se afianza por un lado, en una economía emergente y una acción militar en los barrios, y de otro lado, en un circuito de sostenimiento en zonas geográficas, bajo rutas de comercialización droga[2]. La droga, no cae como llovizna del cielo, ni está en las puertas, ni en las ventanas de la casa, ello responde a lugares geográficos, re-territorializados de manera multi-escalar bajo crimen organizado puro y concento heredado de todo el financiamiento sistémico del paramilitarismo por hace más de 25 años.[3]
El neo-paramilitarismo en paisajes locales de guerra.
La actual organización Paramilitar, queda rebasada. Hay todo un circuito económico y laboral impuesto en los barrios: una economía moral. Son las puertas giratorias del paramilitarismo en Colombia, que los medios de comunicación silencian.
Han pasado más de tres décadas, donde se repiten los asesinatos, las desapariciones, hoy día su estructura no es realizar masacres, bajo plazas públicas, canchas de futbol, ni bajo parajes, fincas y carreteras. No. Se ejercen los asesinatos de manera selectiva cuenta a cuenta en parques, vías y las denominadas “casas de pique”
Es el giro y la consecución del terror, que versa sobre la monopolización de tierras y la defensa de monopolios económicos, bajo los brazos armados de militares que están al servicio del poder político, una economía trazada por mafias de narcotraficantes, empresarios y políticos amparados por sectores armados de la fueras militares que hacen parte del Estado. Donde no se crean escenarios de Paz, condena a un pueblo a seguir en resistencia armada.
Hoy día, los pueblos campesinos, afro-descendientes, indígenas y mestizos se ven afectados por la insistencia de los grupos armados.
El Neo-paramilitarismo, hoy se están concentrando en los centros urbanos con más vehemencia que hace 20 años.; ello corresponde a una re-territorializaicon en respuesta contra-popular al tema de la paz., donde la naturaleza paramilitar no desarticula su rol político.
El Neo-paramilitarismo es la vieja consecución de la vieja política criminal, el asesinar, despojar de tierras, asegurar los monopolios económicos, amparar la explotación de los recursos, desaparecer personas, intimidar y asegurar la tierra como monopolio económico no es cuestión de una Democracia. Una sociedad que se postula democrática, es inaceptable que bajo este supuesto modelito, se asegure la represión social y se afianza una fasticizacion del Estado.
La imposición de circuitos delincuenciales están generando todo un “orden social” de criminalización en la población en los barrios de los departamentos de Antioquia, Valle del Cauca, Bogotá, Meta, Cauca y Nariño, entre otros.
Mientras esto ocurre, se criminaliza la protesta social y popular, el actual gobierno de Santos genera una gran represión soterrada, encapsulada en su mirada de clase. Sin duda, no está lejano la violación de los derechos humanos como tiempo de Paz, que el Estado con su fascitizacion genera en los territorios.
¿Cuál es la naturaleza de este Estado? –un término es que se continúa en acciones represivas y con grupos de neo-paramilitares, respondiendo a la vieja política criminal y delincuencial, los cuales, hacen todo un trabajo organizativo, bajo una economía criminal en los centros urbanos, y de otro lado, se direccionan hacia los integrantes de los movimientos sociales y populares en asesinar líderes, operando con total impunidad.
¿Cómo ver el trabajo comunitario de los Neo -paramilitares?
Este tema es de gran complejidad, sí se tiene en cuenta que existe un circuito social comunitarioimpuesto. Por un lado, un factor endógeno de territorializacion urbana paramilitar, bajo un trabajo organizado para comerciar alucinógenos en los barrios, es decir, una red de trabajadores plenamente organizado que ejercen una producción, distribución y venta de droga, situación consentida por sectores de la policía y agentes civiles al servicio de grupos de narcos: 1. El expendio y distribución de la droga, 2. Agentes armados en controlar los territorios, 3. La imposición en medidas restrictivas para la población. Esto implica un control territorial. De otro lado, factores exógenos, encubiertos, donde hay un control no solo económico y político, sino desde las cárceles de forma delincuencial con miembros de paramilitares, existiendo un circuito de organización hacia “dentro” de los territorios y la consecución de amparo por parte de agentes militares y políticos regionales.[4]
La red paramilitar se extiende transversalmente, hoy día se le paga a un paramilitar, un millón doscientos mil pesos (400 dólares) aproximadamente, por estar activo en la red y presto al interior de cada uno de las reclusiones de las cárceles para el servicio de las redes urbanas que delinquen[5]– ¿Cómo se sostiene la estructura paramilitar? ¿A través de qué mecanismos económicos se sostiene, la economía armamentista? ¿Cómo se sostiene ese circuito económico? ¿Es una tercerización, la económica del circuito de drogas, extorsión y control en los territorios?- Es sin duda, un iceberg de representaciones sobre la violencia, toda una plataforma institucional que manera interna, desde adentro del Estado se centra en una re-territorializacion de zonas geográficas, bajo la consecución de aparatos políticos regionales de poder político y económico. [6] Ante ello, frente al actual proceso de Paz, el gobierno de Juan Manuel Santos, pretende invisibilizar la grave situación de consolidación del paramilitarismo en las ciudades.
Desmantelar el paramilitarismo?
Mirar todas las dimensiones del fenómeno en función de una jurisdicción territorial: investigar, esclarecer que ocurre, no solo como medida nominal, sino desmantelar la política económica y criminal que contiene el Estado, con toda su instrumentalización de guerra. No es un asunto de rebatir con palabras, sino con hechos sobre el tema. El principal impedimento es que el Estado, sigue sin reconocer su paramilitarismo.
Des-paramilitarizar el Estado es crucial para que se desarrollen los puntos acordados en la mesa de la Habana para la Paz,[7] los cuales serán neurálgicos para un avance en materia y política de Paz.[8]En esta instancia el ELN-ha establecido su posición política, en relación a la presencia paramilitar y su desmonte como principal discusión en su horizonte de Paz.[9] Si bien hay marcadas diferencias por los dos grupos insurgentes, es un tema en común que se des-paramilitarice el Estado para que haya Paz. Bajo los retazos geográficos de criminalidad impuestos, el Estado con respecto al paramilitarismo está cóncavo y convexo, es decir incrustado en si-mismo, en un doble rostro naturalizado: el bien como adorno y la maldad cohabitando.[10]
Para llevar a buen término una relación en cualquier sociedad, en lo humano, no se puede cohabitar con la maldad, ni mucho menos con la violencia enquistada en los rincones más profundos del ser. Ello no hace posible ninguna relación armónica, ni mucho menos política. Lo contrario a una armonía consensuada, será una falacia, un engaño atroz.
Esta sociedad aún duerme, con un Estado represor. No aprende de los grandes acontecimientos de crueldad que bajo signos de atrocidades, des-humanización y degradación en el ser humano, se continúa extendiendo el tiempo sin romper esa sala-cuna que cada uno lleva, no hay una mirada desde el interior, el lenguaje humano y político no se atisba, falta mucho.[11] El estuche dice el interior. En ello tiene gran razón el historiador del holocausto Christopher Browning.- -“Por desgracia, una cosa que hemos aprendido es que rara vez aprendemos de la historia”. [12]
Estamos en una fatalidad ruinosa de siglo, aún no hemos despertado, el alba aún no curca la noble montaña para avisarnos el presente.
Hasta el retorno,
Sara Leukos
[1] Ver texto de Giorgio Agamben: El Tiempo que Resta
[2] Conversación con líder afro –Febrero 2016
[3] Ver la obra del profesor, Guy Di Meo-Gèographie sociale et territoires.-2000 y de Claude Raffestin.
[4] Ver que sobre el trabajo de la Bacrim en el programa los Informantes: https://youtu.be/WM4GximTf_U No son bandas criminales hacen parte de un circuito paramilitar de orden contra-popular de las Autodefensas Cacique Nutibara. Esto es solo un ejemplo en Medellín.
[5] Conversación con un activista que realiza trabajo social en centros de reclusión. ( Febrero 2016)
[6] Ver sobre esto el ejemplo traído por el analista Aznarez. http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/01/26/colombia-la-paz-es-posible-pero-por-carlos-aznarez/.
[7] Ver sobre este tema la declaración del sr. Pablo Catatumbo: https://youtu.be/KnhfIQ38A9I
[8] Ver los términos de los diversos ejes temático en el siguiente portal: http://www.pazfarc-ep.org/
[9] Ver declaración: http://www.eln-voces.com/index.php/revistas
[10] Ver sobre este punto la obra: El Conde Demediado del escritor Italo Calvino
[11] Ver sobre este punto el texto El elogio de la dificultad del profesor Estanislao Zuleta.
[12] Ver su intervención: https://youtu.be/whK8jmVgy2M
http://kaosenlared.net/el-neo-paramilitarismo-es-la-vieja-consecucion-de-la-politica-criminal-en-colombia/
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