Por Samuel Parra Bravo Partido Comunista Clandestino Colombiano, Región Suroccidente / Resumen Latinoamericano/ 21 julio 2016.-
De las recientes experiencias en países donde se han solucionado conflictos armados internos, se nos comparte una gran reflexión: “Los cultivos crecen mejor en territorios de Paz” [1]. Esta es la frase que utiliza Moctar Toure, miembro fundador de la Academia Africana de Ciencias, para explicar sus tesis sobre el desarrollo agrícola en Senegal y su continente en etapas posteriores al conflicto armado.
Como en el caso de muchas naciones africanas, siendo igualmente afectadas por la intensa colonización financiera de Norteamérica y Europa, el origen del conflicto colombiano edificó sus pilares en la falta de equidad frente al acceso a los recursos, tales como alimentos, agua, energía, y sobretodo, la tierra. Configurándose así la razón principal para la
propuesta integral de paz de las FARC-EP. El enfoque esencial de dicha propuesta viene dado especialmente en la imperiosa necesidad de desarrollo político, económico, técnico y científico sobre la tierra colombiana, válgase la aclaración, a servicio de los campesinos y clases menos favorecidas.
Con los avances de los acuerdos entre el gobierno colombiano y el pueblo organizado políticamente en las filas de las FARC-EP se vislumbra el potencial de desarrollo agrario de los campesinos y campesinas de Colombia. Sin embargo, este potencial sólo será íntegramente materializado en tanto se disponga de la capacidad técnica, tecnológica y científica para mantener la lucha contra la falta de bienes y servicios básicos para las familias del campo colombiano. Construir territorios de paz implica mucho más que la ausencia de guerra armada. La paz se debe mantener bajo
una consigna preventiva, como lo expresa el físico Francesco Lenci del Consejo Nacional de Investigación italiano durante sus clases de Ciencia para la Paz (Sciencie for Peace) en la Universidad de Pisa: “debemos trabajar en la prevención de la guerra” [1-3], resaltando así el deber que los científicos deben tener hacia el sostenimiento de la paz.
En una relación totalmente independientemente se puede observar cómo la ausencia de paz deteriora la eficacia del combate contra el hambre y la pobreza, y de la misma forma, el hambre y la pobreza deterioran la paz.
Por lo tanto, una paz sostenible sólo puede ser fundamentada en tanto esté arraigada a los principios de desarrollo de nuestra nación, entre ellos el desarrollo científico. Es necesario para construir y nutrir la paz, que las academias e instituciones de educación superior aporten trabajo de investigación de gran envergadura en la valorización de los productos agrícolas para el mejoramiento de la calidad de vida de nuestros campesinos y campesinas.
La Nueva Colombia es precisamente un espacio para acabar con los límites impuestos por la minúscula y reaccionaria visión que la industria de la oligarquía ha impuesto sobre el desarrollo científico de nuestra nación.
Los técnicos(as), tecnólogos(as), ingenieros(as) y científicos(as) de la Nueva Colombia están llamados a asumir su responsabilidad histórica con la construcción de un país sin hambre y sin pobreza, esto es, un país con igualdad de condiciones. Por ello, hacemos un amplio y cordial llamado a las instituciones de investigación científica, científicos independientes,
inventores, grupos de investigación, instituciones de educación superior, estudiantes con voluntad de formarse como científicos, Jóvenes Investigadores, tesistas de pregrado y posgrado, estudiantes que quieran hacer pasantías y prácticas, y demás personas que quieran hacer parte de la Ciencia para la Paz a desarrollar planes, proyectos y labores en favor de una paz sostenible en nuestro país.
Desde las FARC-EP estamos en completa disponibilidad para generar canales de comunicación y entablar mecanismos de coordinación que faciliten el desarrollo científico de la Colombia en paz con Justicia Social.
Referencias
http://www.resumenlatinoamericano.org/2016/07/21/colombia-el-papel-de-los-cientificos-en-la-construccion-de-la-paz-y-la-prevencion-de-la-guerra/
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