La Línea 103, que atiende situaciones de violencia, demanda mayor divulgación, visibilidad y una capacitación permanente de las personas que la atienden, coincidieron en La Habana especialistas de la Federación de Mujeres Cubanas (FMC) y de otras instituciones que se articulan tras este servicio.
Tras unos tres meses de funcionamiento para estos casos, el servicio telefónico ha registrado 280 llamadas «relacionadas con manifestaciones de irritabilidad o violencia», confirmó a SEMlac Geovanys Leal-Duque, coordinador de la línea y especialista de la Unidad de Promoción de Salud y Prevención de Enfermedades (Prosalud).
Ese monto representa el 1,2 por ciento del total de llamadas recibidas por la Línea 103, que también atiende demandas diversas de la población derivadas de la contingencia sanitaria generada por la covid-19 y sobre el consumo de sustancias adictivas.
El experto de Prosalud participó en un taller convocado por la FMC el 4 de marzo, a través de las plataformas virtuales de la Unión de Periodistas de Cuba (Upec), dedicado a analizar los avances y desafíos de la prevención y atención a la violencia contra las mujeres en Cuba.
Por lo general, muchas de las llamadas no tienen inicialmente la intención declarada de denunciar estos casos, sino que buscan alternativas para reducir otras manifestaciones psicosociales vinculadas al incremento de los niveles de irritabilidad en el hogar y el manejo de otras situaciones domésticas, explicó Leal-Duque.
«Durante la llamada se exploran estos elementos y emergen en la intervención, aunque la violencia no sea el motivo inicial de consulta», precisó el especialista.
Para la socióloga Clotilde Proveyer, coordinadora del grupo asesor en temas de violencia de género de la FMC, el número de llamadas es significativo, «si se tiene en cuenta que en este caso se trata de un servicio nuevo y las estadísticas internacionales refieren que apenas el 10 por ciento de las personas víctimas de violencia de género buscan ayuda».
De las 280 llamadas, 132 estuvieron referidas a diversas manifestaciones de violencia vinculadas a dinámicas al interior de los hogares, según detallan las estadísticas de Prosalud.
Otras 71 tienen una relación directa o indirecta con situaciones de violencia relacionadas con desigualdades de género, de las cuales 28 estuvieron referidas a violencia psicológica (insultos, ofensas y humillaciones), mientras 11 mujeres reportan, además, violencia física explícita.
En tanto, 43 mujeres de las que llamaron al servicio perciben que todo el peso de las responsabilidades en la búsqueda de alimentos recae sobre ellas y denuncian presiones y exigencias por parte de sus parejas.
Según los datos proporcionados por Prosalud, también se registran alrededor de 70 llamadas vinculadas a preocupaciones por comportamientos agresivos en las edades infantiles.
La capacitación es esencial
La Línea 103 comenzó a funcionar también para casos de violencia de género en diciembre de 2020, tras concluir un sistema de capacitación que incluyó a quienes atienden las llamadas y también a funcionarios policiales, juristas, especialistas de las Casas de Orientación a la Mujer y la Familia y de los diversos grupos de consejería que funcionan por WhatsApp.
Quienes operan la línea telefónica tienen el encargo de brindar la primera ayuda psicosocial, información y toda la orientación necesaria para la derivación a otros servicios esenciales del sistema de protección vinculados a los sectores policial, o jurídico y social.
Para Proveyer, resulta esencial mantener un sistema de capacitación permanente, de manera que el servicio se vaya fortaleciendo paulatinamente.
«Es de particular importancia contar con una adecuada estrategia de capacitación para quienes prestan estos servicios en línea, pues vivimos en una sociedad con muchos estereotipos naturalizados y eso se debe ir desmontando de manera sistemática, aportando las herramientas necesarias, manteniendo un flujo sistemático de formación con enfoque de género», detalló la socióloga.
«La sostenibilidad de estos servicios es básica», insistió Proveyer, en su presentación «Implementación de la estrategia de capacitación realizada para los operadores de las líneas», durante el citado taller virtual del 4 de marzo, convocado como parte de la conmemoración por el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer.
Mantener sistemas de capacitación continua también permitirá mejores herramientas para que operadores y operadoras en línea puedan identificar y atender correctamente las formas de violencia no directas.
La violencia de género es un tema complejo, nuevo, que no todos los especialistas están acostumbrados a tratar, por lo que debemos ir perfeccionando la metodología y el engranaje operativo, apuntó Leal-Duque, durante el taller transmitido desde la sede nacional de la Upec.
Otras demandas
Según Prosalud, entre mayo de 2020 y febrero de 2021 la Línea 103 recibió 21.798 llamadas en total, relacionadas con temas referidos a la salud mental y posibles daños al equilibrio emocional de los individuos.
Lo mayores volúmenes de llamadas se reciben desde La Habana, con alrededor del 27 por ciento, seguidos de Villa Clara, con poco más del 14 por ciento; Holguín, con 7,3 y Cienfuegos con 7,2 por ciento.
La mayoría de las llamadas son realizadas por mujeres (60,3% y los grupos de edades más representados son los de 40-49 años, con cerca del 20 por ciento, seguidos de los grupos de 50-59 y 30-39 años, con cerca del 20 por ciento de las llamadas en cada caso.
Los principales motivos de las llamadas, en orden de importancia, tienen que ver con la búsqueda de información con respecto a la covid-19, seguida del manejo de las adicciones y del manejo familiar. Las manifestaciones psico-sociales más frecuentes son el estrés, la ansiedad y la depresión.
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