Un activista político saudí afirma que el “golpe” de Estado en Túnez es resultado de la cooperación entre Arabia Saudí, Egipto y los Emiratos Árabe Unidos (EAU).
El domingo, el presidente de Túnez, Kais Said, anunció la suspensión de las actividades del Parlamento y la destitución del primer ministro tunecino, Hichem Mechichi, subrayando que el objetivo de estas medidas era garantizar el regreso a un funcionamiento regular del poder público “lo antes posible”. La oposición consideró la medida como un “golpe de Estado” al que el pueblo debería oponerse en las calles.
A través de una serie de mensajes publicados en la red social Twitter, el prominente activista político saudí, alias ‘Mujtahid’, ha revelado nuevos detalles sobre la participación de otros países en los acontecimientos en Túnez.
“Lo que está sucediendo en Túnez es un golpe de Estado, liderado por el presidente Kais Said, para eliminar completamente al [partido] Ennahda, a la manera del golpe de [presidente de Egipto, Abdel Fatah] al-Sisi, para expulsar a los Hermanos Musulmanes [HHMM]”, ha indicado ‘Mujtahid.
De hecho, ha destacado que lo sucedido en el país africano se llevó a cabo con la cooperación del mandatario egipcio; el príncipe heredero de Abu Dabi, Muhamad bin Ziad; el príncipe heredero saudí, Muhamad bin Salman; y las autoridades francesas. Incluso, Kais Said se les ha prometido 5000 millones de dólares como depósito, si el golpe tenía éxito.
Entretanto, ha revelado que una red de medios de comunicación tunecina y árabe, con la gestión entre bastidores de los Emiratos Árabes Unidos, Arabia Saudí y Egipto, estaba involucrada en la conspiración del “golpe”.
Al respecto, ha explicado que, a pesar de las diferencias actuales que hay entre Arabia Saudí y los EAU, los dos países han acordado apoyar el “golpe”, para lo cual se han valido de los medios de comunicación y las cuentas falsas en las redes sociales, denominadas “Moscas Electrónicas”.
Estas revelaciones salen a la luz, mientras que el presidente del Parlamento de Túnez, Rashid al-Qanushi, ha dicho este mismo lunes, en una entrevista con la cadena TRT, que los medios de comunicación emiratíes están detrás de todo lo sucedido.
El presidente de Túnez: No fue un golpe de Estado
Con todo esto, el presidente de Túnez ha asegurado este lunes por la noche que su acción para destituir al primer ministro y suspender el trabajo del Parlamento del país se basa en las disposiciones de la Constitución, descartando catalogar los acontecimientos del domingo como “un golpe de Estado”, al tiempo que ha pedido al pueblo que mantenga la calma.
“Tomé una decisión basada en la Constitución y me sorprende que algunas personas hablen de un golpe […] No quiero que se derrame ni una gota de sangre […] Tampoco pedimos nunca violencia o daño a nadie”, ha resaltado.
Kais Said destituye también el ministro de Defensa y Justicia de Túnez
Said ha informado también del cese de los ministros interinos de Defensa y Justicia, Ibrahim Bartaji y Hasna Ben Slimane, respectivamente. De acuerdo con el jefe de Estado tunecino, estas medidas buscan “recuperar la paz social y salvar al Estado y la sociedad”.
También, ha ordenado, a partir de este lunes un toque entre las 19:00 y las 6:00h (hora local), hasta el próximo 27 de agosto, salvo para aquellos ciudadanos que deban acudir de urgencia a centros médicos o aquellos que trabajen en horario nocturno. Se establece, además, la prohibición de reuniones de más de tres personas en espacios públicos.
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