Keiko Fujimori recurre a todo tipo de subterfugios para evadir la justicia y no ser presidiaria, por ello, postuló a la Presidencia de Perú, afirma un experto.
El analista de temas internacionales Esteban Silva, en una entrevista concedida este martes a HispanTV, ha comentado la insistencia de la candidata derechista Keiko Fujimori en no querer aceptar la victoria de su rival, el izquierdista Pedro Castillo, en los comicios presidenciales del pasado 6 de junio, pese a que siguen saliendo hechos que la vinculan con tramas de corrupción.
El lunes, el fiscal José Domingo Pérez, del equipo especial Lava Jato, inició una nueva investigación contra Fujimori, candidata a la presidencia por Fuerza Popular, tras la difusión de las conversaciones telefónicas que sostuvo Vladimiro Montesinos, desde la cárcel, con el militar en retiro Pedro Rejas, las cuales revelarían que este partido habría seguido cometiendo actos ilícitos para recaudar fondos para la campaña presidencial del 2021.
“Esto es un déjà vu, puesto que Keiko, que fue primera dama durante el gobierno de su padre, Alberto Fujimori —en prisión domiciliaria—, ya había vivido esto, en un contexto distinto, pero con la misma lógica, cuando se descubrieron y fueron dados a conocer los vídeos, conocidos como ‘vladivídeos’, cuando el entonces asesor más cercano y con más poder de Fujimori padre, Vladimiro Montesinos, en el gobierno en que ella era parte, pagaba y sobornaba a políticos y parlamentarios, empresarios militares, etc.”.
“No me extraña que, en este contexto, en que ya perdió las elecciones, [Keiko] está haciendo tiempo para ver si puede impedir que asuma Castillo como presidente del país”, sostiene Silva.
El analista describe a Keiko como una mujer que está acusada con pruebas irrefutables, muy consistentes, por parte de la Fiscalía y que ya estuvo presa bastantes meses por prevención durante la investigación de cargos, como lavado de activo, tráfico de influencia, asociación ilícita para delinquir. Además, lidera un partido, Fuerza Popular, que es una organización delictiva, vinculada con la corrupción y poderes fácticos.
De acuerdo con el entrevistado, Keiko ha intentado tres veces ser presidenta para impedir ser presidiaria, porque la verdad es que, si la Justicia peruana funcionara con más claridad, sin tantas distorsiones ni presiones, ella ni siquiera hubiera sido candidata, sino estuviera presa.
Sin embargo, ha resaltado Silva, pese a todas las interferencias del poder económico, fáctico y de alianzas de personajes públicos, que han apoyado a la candidata derechista con tal de impedir el cambio del modelo económico neoliberal, dominante, la mayoría de Perú apoyó al maestro Castillo.
Entonces, agrega el experto, “a pesar de toda esta falencia, Keiko Fujimori es parte del pasado que se niega a morir, en definitiva, y que busca todo tipo de subterfugios para evadir la justicia que está tocando a su puerta hace mucho rato y que su último mecanismo era justamente ser candidata para ser presidenta y evadir la justicia y no ser presidiaria por un gran nivel de corrupción”.
Las elecciones presidenciales en Perú se celebraron el pasado 6 de junio y el escrutinio del 100 % de las mesas del balotaje culminó el 15 de junio, dando el 50,12 % de los sufragios al candidato Castillo, de Perú Libre, con 44 058 votos de ventaja, frente a Fujimori.
Sin embargo, hasta ahora el Jurado Nacional Electoral (JNE), ente encargado de proclamar al ganador de la contienda electoral, no ha podido cumplir con esta misión, por las impugnaciones de los fujimoristas con miras a revertir la victoria de Castillo.
Fuente. HispanTV Noticias
ncl/fmk
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