El presidente de Argentina comenta sobre la retención del avión venezolano y arremete contra la oposición por utilizar este caso para “mostrar algo que no es”.
En una entrevista concedida a la Radio 10, difundida el sábado, el jefe del Gobierno argentino, Alberto Fernández, enfatizó que no hubo ninguna irregularidad en la presencia del avión venezolano en su país, contratado por una empresa argentina, y que la única dificultad a contemplarse fue “la carga de la nafta”.
Luego aclaró su frase, aduciendo que la aeronave venezolana es objeto de las sanciones impuestas por Estados Unidos, por lo que posiblemente los que suministren el combustible a este avión sean afectados por las restricciones de Washington en su contra.
Fernández precisó que no existía “ningún tipo de restricción” sobre la tripulación de la aeronave y aseveró que la atención en torno a este caso se debe a los intereses de la oposición que aprovechó el revuelo mediático para “mostrar algo que no es” como si hubiera “algún movimiento oscuro del Gobierno”.
“El Gobierno actuó rápidamente, lo han dicho absolutamente todos, no hace falta que nadie más lo diga”, agregó.
Las afirmaciones del presidente argentino se produjeron después de que el ministro de Seguridad del país Cono Sur, Aníbal Fernández, afirmó el miércoles, por su parte, que las declaraciones de las autoridades de ciertos países vecinos sobre la identidad de la tripulación del avión confiscado “es su historia”, subrayando que ninguno de ellos se encuentra en la lista de las notificaciones rojas de la Organización Internacional de Policía Criminal (Interpol).
¿De qué se trata todo esto?
El avión de carga, un Boeing 747, operado por la compañía venezolana Emtrasur y sancionado por Estados Unidos, cubría la ruta Ezeiza (Argentina)-Montevideo (Uruguay)-Caracas (Venezuela), pero, en medio del recorrido se presentó la necesidad de una escala técnica de abastecimiento.
La aeronave llegó a Argentina el pasado 6 de junio procedente de México, previa escala en Venezuela, con destino al Aeropuerto Internacional de Ezeiza, y dos días después se dirigió rumbo a Uruguay para cargar combustible, pero ante la negativa de este país se vio obligada a aterrizar nuevamente en el aeropuerto argentino, donde sigue retenido.
Venezuela ha censurado la “inaceptable” decisión de Uruguay de revocar el permiso de sobrevuelo a su avión, mientras se encontraba en el aire y lo ha acusado de arriesgar la vida de su tripulación.
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