El 13 de julio de 1982 moría a los 39 años en las montañas de Huehuetenango a manos de el ejército guatemalteco Fernando Hoyos, jesuita, educador, intelectual coherente y guerrillero heroico, miembro de la Dirección Nacional del EGP (Ejército Guerrillero de los Pobres) de quien el respetado Eduardo Galeano escribió: «Hombres y Mujeres como Fernando Hoyos nos enseñan, desde su casi silencio, desde sus vidas casi anónimas, que las relaciones de compraventa non son los únicos vínculos posibles entre los países y las gentes. Ellos anuncian un mundo sin humillantes ni humillados y encarnan un internacionalismo fundado en la certeza, lastimada pero viva, de la solidaridad humana. Los mapas del alma no tienen fronteras».
Reproduzco un extracto da su última carta datada el 2 de julio de 1982, exactamente 11 días antes da su muerte.
“Sigo en el corazón de las Montañas. Como podéis suponer y por motivos de seguridad no puedo deciros exactamente en qué lugar, pero sí donde la guerra está muy fuerte en nuestro país. Aunque eso no es mucho decir: hoy la guerra está fuerte en cada rincón del país, pero sí puedo decir que en las áreas indígenas donde me muevo está más dura y fuerte que en otras partes.
Es diaria la masacre de niños, mujeres, ancianos y hombres y con la saña más criminal que podáis imaginaros. El ejército ha entrado a las aldeas a quemar todo lo que encuentra. La población se refugia en las montañas, con el aguacero, el hambre y el frío, que afecta sobre todo a los niños recién nacidos; ha matado o se ha robado todos los animales, ha quemado toda la escasa cosecha de los campesinos, en este país donde las malas y escasas tierras de la mayoría de sus habitantes condenan a la población a un hambre de todos los días, pero que este año por la tarea destructora del ejército será y es todavía mayor si cabe.
Esta es una de las caras del país, la más impactante tal vez para quien lo ve desde afuera y que conviene que conozcáis, pero no es la única. Para tener la visión completa y para tener la esperanza de que nuestras luchas no son vanas ni están abocadas al fracaso ni al exterminio, hay que conocer a este pueblo heroico y maravilloso que lucha y lucha por salir de su esclavitud que ya tiene demasiados años, lucha con heroicidad y con espíritu admirable con una esperanza inquebrantable en el triunfo que conseguiremos más temprano que tarde, aunque nos duela más que a ninguno la sangre que corre cada día, que hace crecer nueva vida. Sangre que no queremos que corra, pues como todos los revolucionarios del mundo hacemos la guerra obligados por los enemigos del pueblo y buscamos en cada momento, en cada hora y cada minuto la paz para este pueblo que no la conoce desde hace muchísimos años”.
La realidad que hoy se vive en Guatemala, y que aunque es distinta, sigue presente en un sistema económico y social que provoca la violencia de la desigualdad, la discriminación y la injusticia de un pueblo que hoy, lo mismo que hace 40 anos “lucha por salir de esa vorágine”.
Antonio Blanco Carballo es coautor, junto a Pilar Hoyos y Enrique Corral, del libro «Fernando Hoyos, en la memoria del pueblo».
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