Los Indígenas de los siete pueblos originarios de Panamá anunciaron el inicio de un paro en caso de ser desatendidos sus reclamos por parte del ejecutivo nacional.
El descontento de las autoridades tradicionales de los siete pueblos originarios panameños con el Gobierno de Laurentino Cortizo resulta al presente otro de los dilemas a enfrentar por el ejecutivo tal como remarcó uno de sus principales líderes.
Las demandas de los pueblos originarios incluye la titulación de tierras, el desalojo de colonos e invasores de sus territorios, la tala ilegal e indiscriminada de bosques y el incumplimiento del fallo de la Corte Interamericana de los Derechos Humanos que favorece al territorio Madun gandí y Emberá de Alto Bayano, entre otras realidades desatendidas por Cortizo.
Por tal motivo confirmaron el inicio de una huelga nacional, si hasta el 20 de julio no se instala una mesa de diálogo con respuestas sobre las demandas.
El anunciado paro y las acciones de calle estarían respaldadas por los 12 congresos y consejos de las comunidades autóctonas distribuidas en todo el país. La intención es visibilizar las realidades que aquejan a diversos sectores de la sociedad panameña.
El pueblo indígena denuncia la falta de voluntad gubernamental de atender sus reclamos, a pesar de las múltiples cartas y solicitudes. El descontento de las regiones originarias se suma a reclamos anteriores del sector constructivo o los educadores que iniciaron la toma de calle para reclamar sus demandas a las autoridades nacionales panameñas.
rtk/hnb
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