Resumen Latinoamericano, 21 de junio de 2023.
El pueblo de Venezuela es merecedor de elogios y admiración a nivel internacional, aseveró la académica y vicepresidenta de la República Bolivariana, en entrevista concedida a su coterráneo, el escritor Miguel Ángel Pirela, para la emisión 500 de su podcast Desde donde sea.
Constituyó la emisión 500 del podcast televisivo Desde donde sea, del escritor y filósofo venezolano Miguel Ángel Pérez Pirela, chavista y fidelista, y para celebrar la honrosa cifra, invitaron a Delcy Rodríguez, no solo como vicepresidenta de la República Bolivariana, sino además como jurista, graduada de la Universidad Central de Venezuela, e incansable estudiosa de la sociedad.
Al presentar a su invitada, Pérez Pirela habló de la maestría vencida y el doctorado en proceso en Derecho Social y Sindical por la Universidad de París 10 Nanterre, y de una segunda maestría en curso en Teoría Política y Social, por la Universidad de Londres.
Además, la lideresa multiplica sus horas para impartir las asignaturas de Ley orgánica de trabajo, las trabajadoras y los trabajadores, Negociación y convenciones colectivas de trabajo y Asociaciones sindicales, en el Centro de Estudios de Postgrado de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Políticas de la Universidad Central de Venezuela.
Para iniciar el intercambio, el periodista convocó a la académica antes que a la funcionaria: pues le pidió explicar, como lo hiciera ante alumnos hipotéticos, las dificultades de una Venezuela inmersa en una “segunda fase” de su Revolución, sin la presencia física del comandante Hugo Rafael Chávez Frías.
“Quienes pensaron que acabando físicamente con el comandante Chávez lograrían acabar con la Revolución Bolivariana, creo que cometieron uno de sus peores errores históricos”, responde pronta la entrevistada.
Luego valoró la conducción del presidente Nicolás Maduro, no sólo como jefe de Estado y gobierno, sino además como el hombre que asumió en sus manos la responsabilidad de sostener esa revolución para Venezuela y para el mundo.
Ha sido una etapa muy dura, reconoció, pero con el legado de Chávez como brújula lograron sortear las peores circunstancias: “Intentos de magnicidio, golpes de Estado, un bloqueo económico como nunca había conocido nuestra patria, en una forma tan escandalosa y tan brutal, perversa, para afectar el desarrollo social y económico de Venezuela”.
Y en esa etapa de grandes dificultades, el pueblo construyó una épica digna de elogios a nivel internacional, y se erigió en símbolo de resistencia victoriosa.
“No es cosa fácil lo que se ha vivido sin la presencia física del comandante”, cerró su primera respuesta la académica revolucionaria: “Pero con la moral chavista muy fortalecida”.
Sentirse hermanos y hermanas
En su segunda pregunta, Miguel Ángel abordó un contraste aún llamativo en este inicio de siglo y no excento de incomprensiones: su imagen de mujer luminosa, colorida, en esos espacios de poder tradicionalmente reservados a hombres, con sus códigos de sobriedad masculina.
Pero la vicepresidenta prefiere pensar que el desarrollo de las relaciones nacionales e internacionales no es un tema de género sino de concepción política del ser humano, del modelo de desarrollo económico defendido, porque ha habido en el poder, y aspiran a estar, mujeres muy extremistas.
“Hace unos meses estuve en un evento internacional y fue curioso, porque de repente yo volteé y era la única mujer”, rememoró. Y cuando comentó a otro mandatario que “parecía” un ámbito masculino, él se echó a reír.
Romper ese dominio de la figura masculina en los fenómenos políticos de transformación social, es también una vocación, y un reto, de la Revolución Bolivariana, declarada feminista porque aboga por la igualdad y la equidad de género, porque promueve no sentirse “mejor o peor por ser mujer en relación al hombre”, sino sentirse hermanos y hermanas en esos procesos, explicó Rodríguez.
El pueblo venezolano ha aprendido a defenderse
En lo que llamó “la parte más espinosa” de su entrevista, el conductor la invitó a ahondar en la movida coyuntura sociopolítica de Venezuela: “Cada día un nuevo episodio, un nuevo reto, y a un año de cruciales elecciones presidenciales en un país epicentro de discusiones políticas a nivel planetario. ¿Estará preparado el gobierno bolivariano, sin ingenuidad, para los apagones, sabotajes, inflación y otros golpes muy duros contra el pueblo venezolano?”
Como vicepresidenta e investigadora social, dice estar segura de eso, y recordó el anterior período eleccionario en 2019 y todos los intentos del enemigo nacional e internacional, y sus amos, de hacer sufrir al pueblo, en especial en el área de los servicios públicos, y el pueblo resistió.
Fue el año de uno de los peores episodios de sabotaje eléctrico en los meses de marzo, abril, mayo, cuando atacaron el corazón de la generación eléctrica del país, y si se comparan esas circunstancias con eventos de esa magnitud en otros países (aún sin ser productos de un sabotaje) no aguantaron ni el cinco por ciento de lo que el pueblo venezolano soportó.
Comentó también el papel de las redes sociales, hacia donde el enemigo llevó su guerra económica de gran impacto en el desarrollo nacional, por ejemplo, con la manipulación del precio de la divisa diferente a la del mercado oficial.
En el espacio mediático aumentan con lupa y exacerban la angustia de la población, denunció convencida de la preparación del país “en estos años de guerra intensa”, en los que ha dado muestras más que suficientes, incluso para situaciones no deseadas.
“Quisiéramos un proceso democrático donde todos pegamos afiches, pendones, tenemos canción… ir a un proceso electoral en términos, si se quiere, tradicionales”, lamentó Rodríguez, para quien la respuesta del pueblo a esos ataques fue muy contundente, como ocurrió en 2019 con la reelección del presidente Nicolás Maduro en las peores circunstancias.
Desde su experiencia como ministra encargada de Economía y Finanzas, cuentó de sus oportunidades para hablar con representantes de otros países que padecen un bloqueo imperialista o están viviendo formas incipientes de guerra económica, y cuando saben lo vivido por la nación sudamericana, se sorprenden de su resistencia.
“No es algo que quisiéramos, pero el pueblo venezolano sabe cuándo es atacado, y también ha aprendido cómo defenderse y salir airosos en esas batallas”, remarcó con certeza.
Su anfitrión ilustró la nueva interrogante: la gente sencilla de Venezuela se siente en medio de dos trenes de alta velocidad, el de las sanciones y la guerra económica (de lo cuál hay quien duda), y el de las tramas de corrupción interna, con su innegable costo político.
La mejor reacción ante esa imagen es la honestidad, valoró la entrevistada, y ha sido esa la conducta de Maduro, “no enmascarar la realidad sino afrontarla, y no como un cálculo político sino como una batalla moral”.
“A un año de un evento electoral, cualquiera diría: déjame engavetar esto, déjame ‘pasar agachado’ por decirlo criollo; y el presidente Nicolás Maduro, con mucha valentía, lo ha afrontado con el pueblo venezolano, y lo ha explicado”, resaltó Rodríguez.
En cuanto al bloqueo económico ratificó que es cuantificable: “¿Cuánto ha perdido Venezuela en la producción petrolera? La caída de nuestros ingresos en divisas ha sido del 99 por ciento. En el año 2020, los ingresos de Venezuela fueron 743 millones de dólares, pero en el año 2015 fueron 65 mil millones de dólares”.
No es coincidencia que esa caída “brutal, espantosa”, ocurriera en el año en que Trump apostó al recrudecimiento del bloqueo en medio de la peor pandemia vivida por la humanidad, acotó la vicemandataria.
En cuanto al impacto general en el producto interno bruto de Venezuela, la pérdida es de 642 mil millones de dólares, detalló Rodríguez, y apeló a la comprensión del pueblo para captar la magnitud de un Estado que perdió toda su capacidad financiera, logística, comercial, económica, y sobre esas cenizas inició su recuperación a partir del segundo semestre de 2021.
Por eso, insistió, no se trata de cálculos: “Hemos afrontado el bloqueo como debe afrontarse, en unión nacional, donde todos los sectores públicos, privados, donde todos los grupos generacionales se han abocado a la construcción de una solución en medio de este bloqueo terrible, criminal. Y bueno, al mismo tiempo se ha atendido el llamado del presidente para la batalla contra la corrupción”.
El entrevistador contrastó esa mejoría económica en algunos sectores en los últimos dos años con el actual “frenazo económico”, e indagó por los planes de Maduro y su gabinete para echar a andar al país nuevamente.
Al respecto, la alta funcionaria analizó cómo en el último trimestre de 2022, Venezuela sufrió una perturbación importante, sobre todo en el mercado cambiario, y eso marcó las relaciones comerciales y productivas, y la economía de todo el país.
Recordó las reuniones con distintos sectores económicos y cámaras empresariales para explicar las acciones en aras de superar esa perturbación, comenzando de manera estratégica por la recuperación de la industria petrolera.
Mencionó entonces la batalla contra la corrupción de mafias enquistadas y las perturbaciones al ingreso de la República, y avizoró desde su optimismo natural, un segundo semestre de este 2023 con grandes expectativas.
Para constatarlo están los resultados (Venezuela lideró en 2022, con su crecimiento económico, la región de América Latina y el Caribe), y la proyección para 2023 de la CEPAL (Comisión Económica para América Latina y el Caribe ) de un crecimiento de al menos el cinco por ciento, muy por encima del uno por ciento previsto para toda la región y el 0,6 calculado para Suramérica.
“Hoy tenemos los niveles de desabastecimiento más bajos en 20 años”, enfatizó, y es gracias a las políticas del presidente Maduro: el Programa de Recuperación Económica, la respuesta de los sectores privados que invierten en su capacidad productiva, y la recuperación de la plataforma industrial venezolana, la privada y la pública.
“La OPEP reconoció el incremento en la producción petrolera. Así que vamos paso a paso, vamos superando las dificultades y yo sí veo el cierre del 2023 con optimismo”, concluyó este segmento de la entrevista .
La novela política de la oposición
De lo económico, la conversación derivó hacia el necesario diálogo político interno, cuyas variantes, hasta ahora, siempre terminan en lo mismo: “Es decir, en la nada”, lamentó el comentarista.
¿Algo va a cambiar ahora?, preguntó ante las incumplidas promesas recientes en México de devolver el capital robado en Estados Unidos y la reiteración de la “novela”, que bien conoce el pueblo, de jugar a la oposición sin seriedad.
Desde su visión de política y estudiosa social, Rodríguez consideró histórico este momento, como todo proceso de transformación: “La primera verdad histórica es que la oposición venezolana no tiene un plan nacional. Su plan político siempre ha sido dependiente de grandes poderes hegemónicos fuera de nuestra frontera”.
La segunda certeza es el descubrimiento por parte de esa oposición antinacional de que ha sido estafada y engañada por sus dueños, esos que en México “los dejaron con la pluma en el tintero, literalmente”.
Así afloran las verdades históricas, reflexionó la estudiosa social: la clase hegemónica nunca respondió a los intereses nacionales o al pueblo, sino a los intereses transnacionales, como demuestra el precio del crudo antes de Chávez, que ni siquiera consideraron petróleo sino bitumen y lo vendían a menos de medio dólar.
“Lo regalaban, en otras palabras. Era la forma eufemística de decir: Estamos vendiéndole petróleo a los Estados Unidos”, recordó.
La historia de Venezuela probó que esa élite política dio origen a partidos opositores extremistas, de ideología fascista, muy comprometidos con intereses transnacionales e incapaces de participar en la política a nivel nacional o ganar adeptos, narró Rodríguez.
“Y no es posible ganarse un voto diciendo: Yo voy a regalarle el petróleo a los Estados Unidos”, afirmó. “El pueblo venezolano ha llegado, gracias a Chávez y gracias a la Revolución Bolivariana, a un nivel de madurez y de conciencia política, que ya esa realidad no puede ser impuesta en nuestro país”, añadió.
La buena voluntad y las mentiras
Al hablar sobre la conferencia internacional convocada en Colombia para analizar la situación venezolana, Rodríguez agradeció la voluntad del presidente Gustavo Petro y sus invitados de 25 países, casi todos convencidos de la necesidad de levantar el bloqueo, y lamentó su esperable fracaso: quienes estaban en esa reunión como representantes de los intereses de Estados Unidos, ya habían firmado la licencia para el remate judicial de la empresa CITGO: “Un robo vulgar de uno de los activos más importantes de Venezuela en el extranjero”, sentenció la jurista.
Para ahondar en el plano internacional, el diálogo versa sobre el pluricentralismo de economías, una realidad ya palpable, destacó la entrevistada.
Si bien 20 años atrás, el principal socio comercial era el país norteño, a partir del año 2017 China pasa a ser la primera economía nacional, y a la vez el principal financista, comentó.
“Estados Unidos es el principal chulo del mundo”, opinó la académica, porque se financia de todos con una moneda que no tiene respaldo para ejercer su hegemonía, salvo el ejército y la industria militar. O sea, se imponen por la fuerza y a través de esa dominación, que es también económica y cultural, controlan el sistema financiero internacional.
Unos 30 países son víctimas hoy de medidas coercitivas unilaterales, bloqueos económicos y financieros, detalló la vicemandataria. Con esa política retrógrada de emplear la economía como instrumento para agredir a otros países no alineados a sus intereses, están perjudicando su dólar.
Se están auto excluyendo, afirmó, porque la palabra más usada este año a nivel internacional ha sido desdolarización. Estados Unidos tiene responsabilidad en eso, mientras otras potencias emergentes, grandes, medianas y pequeñas, se articulan para la edificación de un nuevo mundo, “pluripolar y multicéntrico, como lo llamó el comandante Chávez”.
Como ejemplo, citó a Rusia, víctima hoy de más de 16 mil medidas coercitivas unilaterales e ilegítimas, cuya respuesta fue crear su propio sistema financiero, el MIR, y de igual modo, China prepara un nuevo sistema interbancario transfronterizo, con lo cual esas naciones están poniendo las piedras fundacionales de un nuevo orden económico internacional y financiero que va a cambiar las relaciones entre países, consideró Rodríguez.
Por eso en el Foro de San Petersburgo, como representante de Venezuela, habló de regionalización y relocalización de las relaciones comerciales, y del uso de monedas regionales y locales, experiencias que existen en otras partes del mundo.
La pandemia y sus ecos
Al decir del entrevistador, Venezuela fue uno de los países que sorteó con mayor gerencia sanitaria, social y política el flagelo de la Covid-19. Pero apenas terminó la pandemia, el mundo cayó en una guerra en el corazón de Europa, no solo bélica, sino también energética, económica, y que compromete la alimentación mundial.
En esas circunstancias, emerge la República Bolivariana de Venezuela en un rol decisivo, que la invitada prefiere describir en palabras sabias del presidente Maduro: “Pretender excluir a Venezuela de la fórmula energética internacional es una estupidez”.
En este país están las principales reservas de petróleo del planeta, y una de las reservas más grandes de gas, apuntó Rodriguez: “Todas las verdades históricas salen. Algunas tardan siglos, otras tardan décadas, y aquí tardaron unos poquitos años para darse cuenta de que se habían equivocado y necesitaban a Venezuela en esa fórmula energética”, reafirmó.
Durante la pandemia, el mundo experimentó esa precariedad que Estados Unidos y sus países satélites imponen a Venezuela a través de sanciones, comparó Rodríguez. Aún así, Donald Trump recrudeció el bloqueo en 2022 de manera antihumana, y no le permitió ni siquiera comprar vacunas.
“Maduro se la ingenió y vacunó al pueblo de forma gratuita”, resaltó como muestra del liderazgo de su presidente, demostrado además en cada viaje al exterior.
Ejemplo de ello es el reconocimiento recibido de Brasil, Turquía, Arabia Saudita, con quienes Venezuela teje redes en este nuevo mundo que se está articulando.
Con los BRICS estamos en presencia de un nuevo remodelaje geopolítico, de una nueva internacionalidad, respetuosa del multilateralismo, donde se dará vigencia a la Carta de las Naciones Unidas, consideró la vicemandataria.
“Hubo que hacer un grupo de amigos de la carta de las Naciones Unidas, porque a las grandes potencias se les olvidó que existe una carta fundacional de las relaciones internacionales. Así que ese nuevo mundo va a reivindicar la legalidad internacional”, auguró la investigadora, y habló entonces de derecho en las relaciones internacionales, de los principios de igualdad soberana de los estados y respeto a la autodeterminación.
Venezuela batalla por ese nuevo orden que ya se empieza a ver. “Cuando Chávez hablaba de ese nuevo mundo, lo veíamos como una idea, como un proyecto posible, pero ya ese proyecto se está edificando”, analizó.
Energía vs vergüenza
El análisis derivó hacia la actual coyuntura europea y la necesidad de energía de sus industrias, así como las demandas de otras sociedades emergentes. ¿Podrá Venezuela venderles gas y petróleo a esos países?, preguntó el conductor.
De acuerdo con la vicepresidenta, el país nunca se autoexcluyó de las relaciones energéticas internacionales. “Quienes se fueron están volviendo”, aseguró. Pero el mecanismo debe ser la cooperación energética y no el despojo y el robo, advirtió.
“Venezuela siempre ha dado la bienvenida a las transnacionales en el desarrollo energético de su comercio internacional, de sus relaciones productivas. Siempre en el marco de la Constitución y de las leyes de la República”, aclaró la lideresa.
Muy distintos han sido los vínculos con Washington. En especial cuando el expresidente norteamericanos Donald Trump arreció el cerco y no descartó incluso una invasión, bajo el artificio de una “crisis humanitaria” en Venezuela a partir del colapso económico que ellos mismos habían provocado, a lo cual se sumaron voces de organismos internacionales.
“Ahí nos plantamos”, recordó la vicepresidenta. “Nunca reconocimos esa falacia de crisis humanitaria, porque era el artífice que permitía, antijurídicamente, la intervención de nuestro país”.
La verdad tras esa política criminal la reconoció en fecha reciente el mismo Trump cuando declaró lo que realmente buscan: “Nos queremos agarrar a Venezuela, nos queremos robar su petróleo”.
Por eso insistió Rodríguez en reivindicar los 100 años de negociaciones con Chevron: “Ojalá las transnacionales energéticas estadounidenses, europeas y de cualquier país del mundo entiendan que las relaciones deben ser de legalidad, de cooperación; en el marco de las reglas del comercio internacional, y no de la brutalidad y la barbarie que significa la invasión a un país para apoderarse ilegítimamente de los recursos de nuestro pueblo”.
Describió además la trama antijurídica liderada por el opositor Juan Guaidó y su camarilla de delincuentes, quienes fueron a todos los juicios internacionales invocando el nombre de Venezuela para apoderarse de sus activos y dejar indefensos a su país y su pueblo.
Para esos opositores fue la declaración de Trump. Los extremistas “van a tener que tragar sapos, o van a tener que asumir de forma inmoral (yo no diría con vergüenza, porque no la tienen), que ellos han sido partícipes de esa estrategia de entregar las riquezas de Venezuela y de entregar nuestro petróleo”.
Ante el señalamiento del periodista sobre esa oposición extremista hoy en las calles pidiendo votos para su primaria, la respuesta de Rodríguez fue tajante: “El pueblo venezolano sabe cómo responderle. Siempre confiamos en nuestro pueblo, siempre confiamos en su conciencia política, en su formación histórica derivada de nuestro padre, el Libertador Simón Bolívar”.
La Revolución Bolivariana es Chávez
Al legado histórico, político, ideológico, militar y social de Bolívar, se suma la enseñanza del comandante Hugo Chávez, un venezolano humilde, un soldado de la patria que estuvo al frente del poder político en una nación con grandes riquezas de petróleo, muy disputadas, con las riquezas minerales más grandes del mundo, reflexionó Rodríguez.
“Y el presidente Nicolás Maduro, un humilde trabajador, gozó del desprecio de esos sectores oligárquicos”, rememoró su compañera de luchas: “Decían: ¿cómo un trabajador que viene del metro va a ser presidente de Venezuela?”.
Ese hombre ha dado clases de dignidad a nivel mundial y es reconocido y realmente admirado, incluso por esas potencias que hoy necesitan de nuestro país, enfatizó.
Para Delcy Rodríguez, el presidente Maduro es ejemplo del pueblo venezolano y refleja su espíritu indestructible, su humildad: “Es expresión de la mujer, del niño, de nuestros abuelos que están en el barrio, que han tenido que sufrir las heridas de la guerra económica y ahí están con su sonrisa, diciéndole: nosotros no lo vamos a defraudar, nosotros estamos con Venezuela”.
Y estar con Venezuela, aclaró la profesora, significa defender su soberanía, su independencia, su patrimonio, no entregarla. Por eso distingue entre los entreguistas y los patriotas, a quienes le corre la historia por sus venas.
Cuando el entrevistador comentó que quieren borrar a Chávez de la historia, y que cada vez es más difícil acceder a contenidos relacionados con el comandante, ella le rebatió: “Chávez está todos los días en las comunidades, en las experiencias en las comunas, en los movimientos sociales, en toda la vida, porque Chávez es un sentir nacional”.
No hacen falta las estatuas, reafirmó, es el sentimiento del pueblo, su reconocimiento y agradecimiento al hombre que dio inclusión a quien, por humilde, por ser pobre, no era antes reconocido ni tenía derecho al voto.
“Es Chávez quien democratiza el sistema electoral en Venezuela”, atestiguó. Fue quien garantizó el beneficio de la renta petrolera y es, aún hoy, una guía, porque el proyecto de Maduro consolidó el de Chávez y retomó su legado.
Cuando Maduro habla de la desdolarización, es porque el comandante planteó antes la posibilidad de una cesta de divisas distintas del dólar para la comercialización del crudo, ejemplificó Rodríguez
“La Revolución Bolivariana es Chávez también”. Y en esa revolución están sus mártires, sus héroes y heroínas: “Es un proceso histórico que se concatena y expresa en esta batalla diaria”.
Antes de cerrar el diálogo, el anfitrión remitió a su invitada a su propia historia personal, cuando ella y su hermano Jorge Rodríguez (hoy presidente del poder legislativo de la Asamblea Nacional), siendo apenas niños, fueron víctimas de la violencia política de un Estado oligárquico que les arrebató a su padre, y esa violencia de antaño es la que la oposición extremista intenta inocular en el pueblo venezolano.
Al respecto, Delcy relató cuánto molesta a los extremistas cada vez que ella o su hermano invocan el poema de Tomás Borge, “Mi venganza Personal”, y claman que su conducta está regida por sentimientos vengativos.
“Es que no saben leer”, explicó: los enemigos del pueblo son ignorantes ante la poesía y el sentimiento humano. “El amor es el motor más importante en este proceso de transformación, porque cuando nosotros servimos al pueblo venezolano, servimos a los más humildes en un acto de amor”, patentizó.
“No es el odio lo que nos inspira. Jamás puede ser el odio. Si algo nos enseñó nuestra madre fue a no odiar. Ni siquiera los verdugos de Jorge Rodríguez (padre). Fue siempre el amor, la construcción, la edificación. Ir en la vida por lo positivo, no por la destrucción, no por el odio, porque esas son las bases del fascismo”, insistió.
El mundo libra hoy una batalla simbólica contra el fascismo, alertó. Venezuela ha visto la expresión de ese fascismo en los años 2014 y 2017, cuando quemaron a personas en la calle por su color de piel o su forma de pensar.
“Nosotros tenemos la obligación de curar a ese sector de la sociedad, afortunadamente minoritario”. No puede ser que en Venezuela se imponga el fascismo, recalca, desde la autoridad moral de quien fue víctima de esa tendencia en el pasado: “No podemos ser militantes del odio: somos militantes del amor”, aseguró en nombre también de su hermano.
En su mensaje final a la audiencia, Delcy Rodríguez reflexionó sobre el modo de hacer frente a las dificultades: “Si algo hemos aprendido es la unidad, la unión nacional; saber que hay valores supremos, como la República, como la independencia, como la soberanía, como la dignidad, como la moral de ser venezolanos, nuestros gentilicios, nuestros aborígenes…”.
Su llamado es a mirarse en ese espejo y saber que el futuro es “construir una Venezuela para todas y para todos”. Y también saber que Venezuela está destinada al éxito, a la victoria “si nos mantenemos como un solo pueblo para la felicidad de las grandes mayorías, que es lo que buscamos todos: que las grandes mayorías sociales sean integradas; que las grandes mayorías, hoy afectadas por el bloqueo criminal, podamos sanar las heridas en conjunto, y seguir adelante y dar lecciones históricas al mundo”.
Fuente: Almayadeen.
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