En respuesta Reino Unido se plantea salir del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, el cual lanzó el interdicto al vuelo.
Reino Unido pagó por adelantado casi 145 millones de dólares a Ruanda para que reciba sucesivos vuelos de migrantes expulsados.
El plan inicial del Gobierno británico de Boris Johnson de enviar un vuelo con migrantes solicitantes de asilo a Ruanda, a 10.000 kilómetros de distancia de Londres, fue abandonado después de un fallo de última hora del Tribunal Europeo de Derechos Humanos (TEDH).
Se esperaba que hasta siete personas que habían llegado de manera irregular a Reino Unido en busca de refugio fueran trasladadas al país del este de África una hora y media antes del despegue del vuelo, cuando un fallo del Tribunal Europeo de Derechos Humanos en uno de los siete casos permitió a los abogados de los otros seis presentar solicitudes de última hora con éxito.
La decisión es un golpe significativo para Boris Johnson y su ministra del Interior, Priti Patel, que habían prometido comenzar a enviar a miles de solicitantes de asilo a Ruanda desde el mes de mayo.
También se produce horas después de que el primer ministro amenazara con sacar al Reino Unido del TEDH y acusara a los abogados de ayudar a los delincuentes que explotan a los refugiados en el canal de La Mancha, el cual separa el archipiélago británico del continente.
No obstante, en respuesta a la decisión, Patel dijo que estaba decepcionada por lo que llamó un desafío legal, criticó el fallo del TEDH y dijo que la política continuará: “No seremos disuadidos de hacer lo correcto y cumplir con nuestros planes para controlar las fronteras de nuestra nación”, dijo.
Organizaciones de derechos de los migrantes, dicen que el Gobierno británico sigue una política que saben que no es viable y que no resolverá el problema de las bandas criminales; pero aun así le pagaron al Gobierno de Ruanda el equivalente de casi 145 millones de dólares, como anticipo.
El vuelo fallido, que costó el equivalente de unos 600.000 dólares, ya había sido pagado con fondos públicos, confirmaron desde el Gobierno.
El directivo de Refugee Council, Enver Solomon, dijo que el Gobierno británico debería tener una “conversación de adultos con Francia y la Unión Europea sobre el trato con los refugiados, particularmente en el canal (de la Mancha)”.
“Aquellos amenazados con la expulsión son personas que han escapado de la guerra, la persecución, la tortura y la violencia, a muchas de las cuales solo se les ha impedido volar debido a intervenciones legales individuales que declaran que hacerlo es una clara violación de sus derechos humanos”, sostuvo.
“El Consejo de Refugiados también ha tenido que intervenir directamente para evitar que los adolescentes sean trasladados a Ruanda porque fueron evaluados falsamente como adultos”, afirmó.
Europa ha endurecido su política de expulsión de migrantes y Reino Unido propuso enviarlos a 10.000 km de distancia, en Ruanda, a evaluar las solicitudes de asilo.
Fuente: teleSUR
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