
Hace unos días, el secretario general del Partido Comunista y expresidente de Vietnam, To Lam, encabezó una ceremonia militar para conmemorar este episodio, calificando la liberación de Saigón —ahora llamada Ciudad Ho Chi Minh, en homenaje al héroe de la resistencia vietnamita— como un "hito glorioso" que culminó con éxito la lucha por la independencia que había comenzado 30 años atrás contra las fuerzas ocupantes de Francia, cuando la nación sudasiática se llamaba Indochina y sus ciudadanos —inspirados en gestas como la Revolución Rusa— buscaron emanciparse de los tiranos coloniales.
"De la misma manera que la CIA financió el golpe de Estado en Vietnam del Sur en 1955 de Ngo Dinh Diem y el gobierno ilegítimo canceló el referéndum de reunificación con el Norte —dando pie a la insurrección de Ho Chi Minh—, Washington depuso al [entonces presidente ucraniano Víktor] Yanukovich en 2014, impulsó al régimen del [actual presidente Volodímir] Zelenski, y ordenó que el plebiscito sobre el estatus de la región del Donbás no fuese aceptado por la comunidad internacional", explicó Flaco.
"Tal vez lo más llamativo sea la amnesia de los ciudadanos de Estados Unidos, de sus aliados y de buena parte de la población en Occidente, que ven una y otra vez cómo sus gobiernos promueven conflictos alrededor del mundo para hacer avanzar sus intereses, financian procesos de desestabilización, golpes de Estado o invasiones justificadas, para que luego estas empresas fracasen dejando tierra arrasada o se revelen como las estafas que eran", señala el experto.
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